Las situaciones más comunes que pueden desencadenar el deseo de comer son las que se relacionan con ciertos estados de ánimo.
Frustración: algo no resultó como esperábamos, por ejemplo, un objetivo laboral que no se concreta.
Enfado: este sentimiento a menudo sigue a la frustración, y ambos combinados pueden ser un disparador poderoso de la necesidad de comer.
Soledad, depresión, aburrimiento, pena, miedo, ansiedad, tensión: depende en gran medida del estilo de vida y de cómo se maneje el estrés.
Emociones positivas (alegría, euforia): los acontecimientos sociales, festejos y celebraciones también pueden ocasionar la pérdida de control al comer.
Ponerse a prueba: tratar de demostrar un constante control en la manera de comer puede exponernos innecesariamente a un atracón.
Descarga GRATIS, 6 Claves Para Alcanzar Tu Peso Deseado Con Coaching Nutricional Y Transforma Tu Vida Hoy Mismo
Al hacer clic en el botón “Sí, Quiero Mi ebook” lo recibirás totalmente gratis en formato PDF directamente en la bandeja de entrada del correo electrónico que nos indiques.